El ratoncito Pérez es un personaje de un cuento popular que el padre Luis Coloma, jesuita y muy aficionado a las letras, escribió para el rey niño Alfonso XIII en 1902 con motivo de la caida de uno de sus dientes de leche.
Al igual que el hada de los dientes de los países de habla inglesa, cuando a un niño se le cae un diente, lo coloca debajo de la almohada mientras duerme y según la tradición, este personaje se lo cambia por una sorpresa.
Las puertas para el ratoncito Pérez son un producto original de Oui Oui, creado en 2012 y registrado. Desde entonces han llevado a miles de hogares, tiendas, pastelerías, etc. un poquito de ilusión y se han convertido en un imprescindible en la habitación de los niños y no tan niños. Alucinarán y esperarán con muchísima ilusión el momento de dejar el diente y que el ratoncito (y sólo él) atraviese la puerta para coger su diente.
Cada puerta está hecha de madera, va pintada, personalizada a mano y se puede escoger el color que se prefiera entre varios disponibles. Además se puede elegir ponerle un número o nombre (máximo 7 letras) y un buzón o aldaba.
Todas las puertas llevan pomo y los complementos son en dorado. Además, junto con la puerta viene incluida una tarjeta con su historia.
¿Cómo nació la puerta para el ratoncito Pérez de Oui Oui?
Las puertas para el ratoncito Pérez tienen una historia preciosa, según se cuenta en Lo que de verdad importa: “…En 2012, el padre de María (fundadora de Oui Oui) hizo una puerta para tapar un enchufe en su casa. Como siempre le había encantado hacer cosas de madera a mano, sorprendió a María con cinco puertas como idea para que el ratoncito Pérez entrara en las casas. María les hizo unas fotos y las presentó en su blog (aún no tenía la tienda de Oui Oui). Fueron tal éxito que las llevaron a la feria de DecorAcción (las únicas cinco que tenían) y a partir de ahí empezaron a llover los pedidos de las puertas. Al ser personalizadas y pintadas a mano, cada una es única por lo que podían trasladar toda la ilusión de los niños y el ratoncito Pérez a miles de casas…”
“Desde entonces han pasado muchas cosas; en ese momento el padre de María estaba esperando un trasplante de riñón por lo que el éxito de las puertas y todo el trabajo que trajo consigo le ayudó mucho a sobrellevar el proceso, que culminó felizmente gracias a una generosa familia. A la vez, María se quedó embarazada y coincidió la espera del bebé y su nacimiento con el lanzamiento y crecimiento de la tienda, mientras seguían llegando encargos muy especiales de las puertas del ratoncito: para restaurantes, tiendas, oficinas, dentistas y, por supuesto, habitaciones de niños.”