¡Quién iba a decirle al barón Robert D’Oyly en el siglo XII que la fortaleza que construyó en el pueblo de Oxford, para protegerse de los ingleses y que fue prisión victoriana en el siglo XIX, fuera a convertirse en un hotel de lujo hoy con 95 habitaciones!
Abandonado en el siglo XIV, no fue hasta 1996 cuando el Condado de Oxfordshire decide rehabilitarlo y convertirlo en uno de los hoteles más originales de Inglaterra: el Malmaison Oxford.
Pero no es el único, porque en el tranquilo pueblo holandés de Roermond (Amsterdam) se encuentra el hotel Het Arresthuis. Una de las cárceles más temidas por los criminales de Los Países Bajos desde el año 1863 hasta el 2007.
En este hotel es posible elegir entre celdas confort, celdas de lujo o una de las 4 suites inspiradas en personajes carcelarios: el juez, el abogado, el carcelero o el director.
El hotel Långholmen, ubicado en la isla en el archipiélago de Estocolmo es una antigua prisión construida en 1840 que se cerró en 1975. La prisión, que prestó servicio entre 1725 y 1975 fue considerada como una de las más grandes de Suecia en su momento, llegando a contar con más de 500 celdas. Los huéspedes pueden visitar el museo «Del crimen a las cadenas» para comprobar como vivían los presos en las mismas habitaciones del hotel, que en el pasado, sirvieron de calabozos.
La antigua cárcel de Charles Street situada en Boston, construida en el año 1851, donde Malcolm X y varios prisioneros de la Segunda Guerra Mundial cumplieron condena, es actualmente el Hotel Liberty un hotel de lujo equipado con seis bares y restaurantes.
